Hace un par de semanas una profesora de secundaria, madre de adolescentes, me pasó un libro relativo al acoso escolar o bullying. Es muy fácil de leer, tiene pocas páginas, y creo que refleja de forma clara en qué consisten este tipo de procesos, cómo se vive por la parte de la víctima, del agresor y del entorno de escolar y de amigos.
Se trata de “Eskoria”, de Alberto Gómez Cerdá, y recomiendo su lectura, sobre todo, a padres y profesores de adolescentes y, por supuesto, a los propios adolescentes.
Hoy he decidido dedicar el post de la semana a este tema, que me parece de vital importancia en la sociedad actual, donde las cifras apuntan a que el acoso escolar es una práctica cada más más extendida, y que más niños sufren en la más absoluta soledad.
Transcribo los tres decálogos que el autor refleja en las últimas páginas del libro:
DECÁLOGO DEL AGREDIDO
- Tú no eres culpable de nada.
- Tienes derecho a ser diferente.
- Tú no tienes que hacer frente a esta situación solo.
- Tienes que ser valiente y enfrentarte de una vez a la situación.
- Si alguien te está haciendo daño y estás sufriendo, acude a un adulto: tus padres, y también tus profesores.
- Si no te atreves, empieza por contárselo a alguien de tu edad, alguien que pueda entenderte y ayudarte.
- Habla con quien ha visto las agresiones, para que te apoye.
- Haz que al adulto le quede claro que esa situación te afecta profundamente.
- Si sientes que no puedes hablar, que no te atreves, escríbelo y envíalo a alguien en quien confíes.
- Pero, sobre todo, tienes que saber que no estás solo, que siempre hay una salida, y que debes seguir luchando. No dejes que ganen, porque de esa forma, todos perdemos.
DECÁLOGO DEL AGRESOR
- No hagas a los demás lo que no te gustaría que te hicieran a ti.
- A nadie le gusta que le tiren cosas o se rían de él. No lo hagas.
- El hecho de que alguien no te caiga bien no implica que utilices la violencia de ningún tipo.
- No excluyas a nadie de tus actividades, trata de entender cómo te sentirás tú si te excluyeran.
- No digas mentiras sobre otros, no difundas rumores.
- Si tienes conflictos, resuélvelos sin violencia.
- También es acoso herir con palabras, con insultos, haciendo que se sienta solo y mal.
- Aunque creas que eres el líder, ¿tienes amigos que te quieren? ¿O quizás sólo te temen?
- Si utilizas la violencia, ella te acabará utilizando a ti.
- La violencia no para: nunca será suficiente, engendrará más y más violencia, y puede que termine arruinando tu vida y tu futuro.
DECÁLOGO DEL ESPECTADOR
- Si ves que un compañero abusa de otro, actúa.
- Si consientes el maltrato, eres cómplice de los maltratadores.
- Si acudes a un adulto no eres un chivato, sino alguien que hace lo correcto.
- No son bromas. En las bromas nos reímos todos con todos. No todos de uno.
- Haz que la víctima se lo cuente a un adulto. Ve con él si es necesario.
- Si no se atreve, pide ayuda en su nombre.
- No te justifiques, no son “cosas entre nosotros”.
- Recuerda que con el silencio y la pasividad estás alentando a los agresores.
- La unión hace la fuerza. Involucra a amigos, profesores, padres….
- Ayuda al que lo necesite, y cuando tú necesites ayuda, alguien te ayudará.
No añado más, son pautas claras y precisas. Estos decálogos deberían estar presentes en los tablones de las aulas de todos los colegios e institutos. Si puedes, por favor, contribuye a su difusión.
¡Hasta la próxima semana! ¡Vive y disfruta!
Begoña Poza Navarro.