¡LAS NOTAS DE LOS NIÑOS!

¡LAS NOTAS DE LOS NIÑOS!

Notas de los niñosLa semana pasada el mayor protagonismo en muchos hogares españoles no se lo llevó  el Mundial, ni la Coronación de Felipe VI, sino las notas de fin de curso de los niños.  Había muchas cosas en juego: vacaciones, caprichos, premios, castigos, viajes, orgullo, decepción, ego, etc.

Se pone fin a nueve meses de tira y afloja entre los niños que, en ocasiones, ven poco interesante dedicar horas a aprender un montón de cosas por obligación que ellos no han elegido y no les resultan prácticas, y los padres, que quieren que sus hijos sean brillantes y tengan un gran número de opciones de éxito en la vida.

A priori, ambas posturas parecen coherentes y aceptables, incluso se pueden complementar entre sí, aunque sería interesante recuperar la esencia del aprendizaje y la educación.

¿A cuántos adultos conocéis que no hayan aprendido a leer, escribir, sumar, restar, multiplicar, dividir, y algunos conceptos muy muy básicos de cultura general, habiendo estado escolarizados?

No tengáis prisa, papás y mamás de niños de Primaria, podéis estar tranquilos con las notas de vuestros hijos. Igual no aprenden a hacer derivadas cuando llegue el momento, pero estas reglas básicas están aseguradas, aunque el ritmo de aprendizaje de cada niño varíe. ¿Es importante que el niño saque sobresaliente o notable en sumas y restas? ¿Es este uno de los pilares fundamentales de las matemáticas que sí o sí va a dominar? Relativicemos, por favor, y si no se sabe todos los afluentes de los ríos españoles, no hagamos un drama.

Evidentemente, luego no todo es así, el nivel de exigencia en Secundaria y Bachillerato va en aumento, y tienen que aprender conocimientos a veces aburridos, a los que no siempre se ve aplicación práctica, difíciles de comprender, que requieren de otras habilidades. Llegado este punto, nos damos cuenta de que la cuestión no está exclusivamente en la materia, sino que el gran protagonista que favorece y potencia el aprendizaje es la actitud, del niño y de los padres.

Si desde pequeñitos se les ha transmitido la inquietud y la importancia del aprendizaje, si se les ha contagiado de curiosidad por conocer cosas nuevas, por experimentar, por investigar, podrán hallar dificultades a la hora de adquirir un nivel u otro de conocimiento, las notas podrán no ser maravillosas, pero la actitud pro-aprendizaje será mucho más valiosa que un sobresaliente. Se trata de aprender, ¿o no? A veces veo a chicos angustiados y bloqueados ante una asignatura por miedo a no llegar a la nota mínima impuesta por los padres porque sí. Rara vez superan el bloqueo y sus miedos se convierten en consecuencias. No permitamos esto, por favor.

Por supuesto, es importante que aprendan también que vivimos en una sociedad en la que se puntúa por todo y, o das la talla, o te quedas fuera, y cuanto más alto puntúes, en según qué circunstancias, puedes tener más posibilidades (no siempre). De hecho, hay dos momentos clave en los que las notas cobran especial importancia sí o sí: los cursos previos a Selectividad, cuya media se toma en cuenta, y la Selectividad propiamente dicha, ya que de su resultado depende la posible elección de la carrera deseada. Obviamente, deben estar preparados para asumir este reto de forma consciente, sabiendo que es un requisito añadido al aprendizaje.

Creo que los padres y madres debemos poner cierta perspectiva en el tema de las notas de nuestros hijos, valorar si los niños aprenden o no, si se esfuerzan, si están motivados, si comprenden lo que estudian, si tienen un objetivo vinculado al aprendizaje, qué les cuesta especialmente, con qué materias se sienten más cómodos y les resultan más fáciles, qué les gusta, qué no les gusta y por qué, qué relación hay con cada profesor concreto, cuál es el estilo de enseñanza de cada uno, cómo encaja esto con el niño. Teniendo la mirada puesta en estos puntos, la nota es una mera anécdota. De hecho, es la consecuencia formal.

Este post me remueve especialmente porque fui una niña obsesionada por la perfección en mis notas, por no defraudar las expectativas puestas en mí, y la experiencia fue dura, aunque fui más consciente de ello con el paso de los años. Hoy soy madre de dos niños, aún muy pequeños, y estoy haciendo las cosas de otra forma. Por el momento, tienen un gran interés por aprender cosas nuevas, y esas son las mejores noticias que puedo leer en sus boletines de notas.

Espero que sea de tu interés y te ayude a ver otra perspectiva. ¡Vive y disfruta!

Begoña Poza Navarro.

 

 


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