Las vacaciones son los días más ansiados por la mayor parte de las personas, casi nunca suficientes, y un tiempo en que aprovechamos para hacer cosas que el resto del año no podemos, o no nos damos permiso para hacer.
La mayoría de las personas, quien más y quien menos, ahorran durante el año y planifican sus días, sus viajes o su tiempo de ocio. Al irse, sus caras reflejan cansancio, y también ilusión por las vacaciones tan ansiadas, y al regresar sus caras muestran un aspecto relajado y mucho más saludable, pero también hacen comentarios como “lo bueno se ha acabado”, “tengo depresión post-vacacional”, “no quería volver”, “qué rollo, ahora volver a la rutina”.
La verdadera cuestión no está exclusivamente en que se hayan terminado las vacaciones, sino en el planteamiento que hacemos de la vuelta, en la forma de enfocarlo. Si únicamente vemos los puntos negativos del regreso de las vacaciones, ¿cómo no vamos a tener síndrome de depresión post-vacacional?
Normalmente, surgen comentarios adversos en torno al trabajo, a los jefes, a los madrugones, las prisas…. , las obligaciones, y no se repara en que volver a la vida ordinaria supone posibilidades tales como ganar dinero para disfrutar de pequeños caprichos, volver a ver a la familia, a los amigos, normalizar dieta y horarios, tener quizá la oportunidad de vivir nuevos proyectos, experiencias o aprendizajes. En definitiva, el regreso de las vacaciones es una oportunidad, un reto de convertir lo ordinario en extraordinario, buscando nuevas posibilidades o detalles, que hagan especial y diferente cada día.
Las vacaciones no tienen por qué ser un punto de inflexión que diferencie lo bueno de lo malo. Seguramente, si te gustase mucho lo que haces a diario, el tipo de vida que llevas, si bien no te entusiasmaría quizá madrugar o las prisas y el estrés diario, lo que sí es seguro es que mirarías de otra forma más optimista el regreso de las vacaciones.
Depende de ti, de tu actitud, del enfoque que hagas de las cosas, de tu forma de vivir y disfrutar de la vida, de tu inquietud y motivación por hacer de cada día “el mejor día”.
Igual esto que te estoy contando te parece una utopía, o que vivo en los Mundos de Yupi. Pruébalo, aprovecha este verano para disfrutar de las vacaciones y del regreso de las mismas. ¿Qué puedes perder……la razón? ¡Quizá merezca la pena!
¡Hasta la próxima semana! ¡Vive y disfruta!
Begoña Poza Navarro.
